Esta sopa que tiene su base en la cebolla caramelizada, cuyo  origen se considera de Francia porque la extendió por el mundo y popularizó en el S. XIX, aunque ya se tienen datos de la sopa de cebolla en la Edad Media.  Es muy rica y reconfortante en invierno.

Se sirve con rodajas de pan frito , se pone por encima queso emmental o gruyère , se  gratina y se sirve muy caliente.

Toda una delicia para el paladar.

Por Carol

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