Esta frase es un proverbio persa, pero también se ha atribuido a W. Shakespeare, a Zinedine Zidane, etc… Sea cual fuere su origen es una frase que nos invita a la reflexión, a no quejarnos , a ser más fuertes, porque  por mucho que suframos , siempre hay alguien que aún está sufriendo mucho  más y no nos queda otra que ser  fuertes y echar adelante.

Por Carol

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