La fuerza de la constancia

La constancia es un río lento,
que no se agota ni se cansa,
un hilo firme entre el viento,
una llama que siempre avanza.

No se detiene por el tiempo,
ni se quiebra por el tropiezo,
es un suspiro, un argumento
que te impulsa, que te deja en el proceso.

Cada paso, aunque pequeño,
es un ladrillo en tu camino,
la suma de esos esfuerzos,
te lleva lejos, a lo divino.

El sueño se alza en tu mirada,
aunque el mundo se desangre,
la meta, aunque escondida,
es más clara si perseveras.

Con paciencia, como el sol,
que no se cansa de brillar,
la constancia es la pasión
que nunca deja de luchar.

Así, aunque el camino sea largo,
y el cansancio te quiera vencer,
la fuerza está en no rendirse,
y en seguir, siempre, a renacer

 

 

Por Carol

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