En este mundo que sólo estamos de paso, dejemos huellas bonitas…

La frase «solo estamos de paso» se podría ver como una especie de consuelo existencial, como si la fugacidad de la vida fuera una justificación para la indiferencia. Es como si, al reconocer que nada dura, nos diéramos permiso para no tomarnos nada demasiado en serio, como si al final, no importar nada fuera la mejor forma de llevar la vida. Pero, en realidad, ¿no es precisamente el hecho de que estamos de paso lo que le da valor a cada instante? Tal vez al final, lo que realmente importa no es lo que hacemos con el tiempo, sino cómo decidimos aprovechar el paso mientras dure.

Por Carol

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